viernes, 24 de octubre de 2008

Cuestión de Fé

Estrenan "Camino", la historia de una niña que sufrió la designios de Dios. Película que trae polémica tanto por el Opus Dei, que se siente ofendido, ya que se le hace responsable de haber utilizado la enfermedad de la niña; como para el director de la película, por hacer taquilla contando la historia. Vamos, que el dinero mueve el mundo.

Me abstengo de comentarios hasta ver la peli, creo en el cine - denuncia, pero tambien en que todos sacan tajada del asunto, lo del altruismo es algo que queda reservado para otros.

La película que si que impresionó en su momento fue "El Exorcismo de Emily Rose", historia de una joven, que se educa bajo la influencia de una familia creyente en una pequeña aldea rural alemana. Cuando llega a la pubertad, comienza a tener visiones místicas, pérdidas de consciencia, movimientos corporales involuntarios que se van agravando hasta perder el control sobre sí misma.

La familia observa como va cambiando el comportamiento de Emily, que se vuelve solitaria, agresiva, descuida su aseo personal, se autolesiona. Los ataques de disociación son cada vez más frecuentes, acompañados de cambios de personalidad, habla en lenguas desconocidas...etc un caos.

En sus momentos de "lucidez", Emily habla de que se siente poseída, y cuando está así, se le presenta ante ella un mundo lleno de horrores, como si estuviese en el mismísimo infierno.

El remedio que aplican a este claro, bajo mi punto de vista, caso de esquizofrenia, son los repetidos exorcismos que emplea un sacerdote amigo de la familia.

El final es trágico.

El suceso es llevado a juicio, acusando a la familia y al sacerdote de la irresponsabilidad adoptada.

Pero este caso, como muchos otros, es complejo.

Las creencias, ya sean religiosas y de otro índole, además de ser íntimas, pueden ser más fuertes que la lócica, o que la obviedades de la ciencia. La falta de información se convierte en una debilidad a aprovechar por budús, magos, curas.

Puede que se crea más en lo que no se ve, que confiar en lo que tenemos. Puede que no seamos más que marionetas de un Dios enfadado, o puede que nos dé miedo ser responsables de mover los hilos que dejen el destino para quién se sienta frustrado por las contrariedades.

En fin, quizá sea cuestión de fé.

1 comentario:

*Laura* dijo...

Tengo ganitas de ver esa peli, bueno esa y diario de una nimfomana,jajajaja, a ver que tal están...