Tiempo

La vida pasa, para unos más lenta, para otros más rápida. El tiempo puede ser fugar, el tiempo puede ser una jaula, el tiempo es lo único que nos hace estar, y ser en la línea del excepticismo. El tiempo invertido en pensar el por qué del letargo tic tac del reloj, el tiempo sin retorno de aquellos posos sentimentales de un naufragio planeado, el tiempo que espero que llegue a mis manos para dejarme ir, ¿a dónde? El tiempo que te quise, el tiempo malgastado, el tiempo que suena a venganza, el tiempo que no tuvimos, el tiempo que no modera su velocidad. El tiempo que no es de nadie, el mismo que nos pone a la misma hora en el mismo escenario. El tiempo que necesito para coger aire, tener más tiempo, tiempo para pensar cómo parar el tiempo. El tiempo juega en tu contra, el tiempo es lo que tengo para estar contigo, el por qué de esta controversia. Por qué el tiempo abarca toda nuestra libertad y la reduce al conformismo de vivir a tiempo, de verte a tiempo, te sentirme a tiempo de acariciarte y decirte que te quiero. El tiempo que te engulle, el tiempo que mueve las fichas del ajedrez y no concede tiempo. La inflexibilidad del tiempo, la incoherencia de la proporcionalidad de felicidad en el tiempo, ¿qué es la felicidad? ¿Dónde y a qué hora el tiempo se presencio para destruir el instante?

Ahora más que nunca valoro los recuerdos, pero si los recuerdos invaden mi tiempo, cómo no alejarme mientras tú te escapas de este mundo.